LA RUTA PACÍFICA DE LAS MUJERES COLOMBIANAS SOLICITAMOS A TODOS LOS GRUPOS ARMADOS EL RESPETO AL CORREDOR HUMANITARIO EN EL MARCO DE LA MOVILIZACIÓN HUMANITARIA DE LAS MUJERES CHOCOANAS:“UN COMADREO PERMANENTE POR LA VIDA Y LA PAZ”
8 de marzo Dia Internacional de los derechos de las mujeres
Las organizaciones y activistas integrantes de las Ruta Pacífica de las Mujeres Colombianas, como movimiento pacifista, antimilitarista, solicitamos a todos los grupos armados, que se respete el Corredor Humanitario por las diversas carreteras y vías de comunicación que conducen hacia el departamento de Chocó, a los municipios Quibdó e Istmina entre los días 6, 7, 8 y 9 de Marzo de 2024. Mujeres de todos los rincones de Colombia: Putumayo, Valle del Cauca, Cauca, Bolívar, Bucaramanga, Bogotá, Risaralda,
Antioquia y 13 municipios de Chocó y sus comunidades nos desplazaremos hacia
Istmina-Chocó más de 1600 mujeres afrodescendientes, indígenas y mestizas en el denominado Comadreo Permanente por la Vida y la Paz, cuyo objetivo es trenzar caminos humanitarios para la paz y por el respeto a la vida a través de la movilización masiva, en rechazo a las violencias que se registran en los territorios, en ejercicio de su derecho a la participación como actoras de paz, convocando su
fuerza desde la ancestralidad.
Para llevar a cabo el Corredor Humanitario durante la movilización, nos amparamos en el Convenio de Ginebra –en 1949- relativo a la protección de las personas civiles en tiempos de guerra y en sus protocolos adicionales de 1977 qué establecen que las mujeres, como parte de la sociedad civil, serán amparadas contra todo atentado de su integridad y de su dignidad. También en la Declaración y el Programa de acción de Viena aprobados en la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos se señala que “las violaciones de los derechos humanos de las mujeres en situaciones de conflicto armado, constituyen violaciones de los principios fundamentales de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.
Nos movilizamos por los caminos urdiendo solidaridades, tejido social y de la memoria en un país donde el olvido y la impunidad deterioran cada vez más nuestra dignidad, nuestra valoración y respeto como sociedad; tejemos para que se haga verdad, justicia y reparación. Como parte de la sociedad civil no armada, que no cree en la guerra como salida a la grave crisis que vivimos en Colombia, pensamos y sentimos, que no hay otra salida que la negociación y los diálogos de paz, a nivel nacional y en los territorios, por eso solicitamos a todos los actores armados que se comprometan y se sostengan en esta opción.
Insistimos, que las comunidades y las mujeres que hacen resistencia pacífica a la guerra, deben ser tenidas en cuenta en la agenda de negociación. Insistimos en la tramitación negociada de los conflictos sociales y políticos como una estrategia urgente que se debe desarrollar en Colombia, no sólo en Chocó, sino en muchas zonas del país, generando diversas mesas de negociación que incluya a otros
actores armados y que tenga en cuenta realidades regionales y locales, rurales y urbanas; que se considere a la sociedad civil como interlocutores e interlocutoras válidas como fortaleza y como un poder, por su capacidad de organización y de desarrollar proyectos vitales; rechazamos la fuerza de las armas y su capacidad de destrucción, como es la lógica que se ha impuesto en Colombia.
Por este sobredimensionamiento de la fuerza de las armas todos los actores armados compiten hoy en la barbarie, con la perversa idea de que su poder está sustentado en quién haga las mayores atrocidades, generando un sinnúmero de afectaciones a las mujeres chocoanas y de todo el territorio nacional suponiendo que esto les dará mayor peso a sus agendas de diálogo.
Estamos convencidas de que la seguridad y la paz no provienen del poder de las armas sino de la capacidad dialogante, del desarrollo social y económico, de la responsabilidad social, de la capacidad de negociación y de inclusión que logremos promover y expresar, no sólo en las mesas de negociación, sino en nuestras relaciones cotidianas, en un modelo educativo y de convivencia que logre transformar nuestras prácticas culturales.
En una realidad como la chocoana – donde existe una Crisis Humanitaria compleja- se requiere con urgencia que la sociedad civil se apropie de sus derechos. Por eso, como parte de la sociedad civil que no cree en la guerra, ni en los señores de la guerra, no dejaremos de reclamar del Estado la protección de los
Derechos Humanos de colombianas y colombianos; insistimos para que de forma inmediata y urgente, en el marco de la negociación, los diversos actores armados realicen un acuerdo humanitario que proteja a la población civil desarmada e incluya no solo el cese al fuego sino también el cese de hostilidades.
Alimentadas de creatividad lúdica, persistencia y esperanza, vamos al corazón de Colombia, para juntas seguir tejiendo nuestra propuesta por la paz, la verdad, la justicia y reparación de los efectos de la guerra y las violencias en la vida y el cuerpo de las mujeres. Durante los días que realizaremos nuestra movilización y presencia en el departamento del Chocó, cantaremos alto nuestras consignas
para que las escuchen todos los grupos armados, la comunidad internacional, el gobierno, los medios de comunicación y la población en general.
Ruta Pacífica de las Mujeres Colombianas
BOGOTA, COLOMBIA 1 MARZO 2024